Nada de lo que pueda decirte es
suficientemente bueno como para decírtelo
entonces, callo
y el silencio me entorna y te dibuja
talla tu sonrisa, tus ojos
viene hasta mí y me envuelve
cuando me pierdo
abandonado a tu idea
y aún sin palabras
regreso a mí y soy otro
transformado
mi otro yo
que cree en Dios
que nació cuando llegaste
¿quién sos?
Hola.
Caminemos juntos.