mayo 31, 2014

Girar. Dar rienda suelta.
Parar de hablar.
Ya no pasear juntos por la glorieta
geoestacionaria
saltar al espacio exterior
en nuestros trajes con tanques de oxígeno
de indios yaqui
y destruir la máquina del tiempo
ah!, ya no hay pasado
Y robar la calesita
por la gracia y el salto al vacío una otra vez.
No repetir la burlona gira gitana
yo bajando de tu auto vos empezando a hablar
yo subiendo de nuevo vos no diciendo yo no sabiendo
bajando confuso perdido
pensando en mal karma
mi reencarnación errada
hs de micro no durmiendo
y no sé vos qué cómo porqué
tejiendo palabras de desayuno
como manteca o pan
yo perdiendo el pelo como Corso
y en el recuerdo que no cesa
vos diciendo diciendo diciendo
yo sí cómo no contáme
la distancia mece la distancia
los hombres de negro me secuestran
me cambian los recuerdos
falsean quien soy
en mis palabras rotas sos otra
y estamos en el columpio del mundo
balanceándonos
sin gravedad
cuando digo tu nombre y suena raro profundo
en el vacío y tomo tu mano y saltamos
y caemos en una rosquilla entre niños gigantes que festejan su porción
y corremos fuera y se rompe el sortilegio
y extranjeros salimos al mundo
entre cremonas galácticas.
Entonces te miro tranquilo
y mientras colecciono relojes de arena
las nubes pasan
y llega la hora.
De diluviarnos cicatrices.
Increíbles amores budas ilesos.