Te cuento que no sé
si podría nacer de nuevo.
Pero si fuera una idea posible,
Un clon con una voz un poco más ronca
Te iría buscar a mi pasado
Para dormirte en mis manos que te ven
Y en el descanso
Correr una maratón a tu vida
entre un mundo y otro.
Te cuento que yo sé
Que hay fantasmas en tus ojos
Que construyen escaleras de cristal
Que rompen al subir
Para que no te pueda alcanzar.
Y ves que subo por enredaderas
Sin desmayo
de una catedral gigante
con torres encendidas
de tus palabras que creen en Dios
y sus luces viajeras ciegas
que iluminan tu casa de muñecas.
Te cuento que no sé
si podría nacer de nuevo.
Pero si fuera una idea posible,
el fin de este árido destierro,
correría hasta tu casa
a prepararte el desayuno con panes
a cubrir tu cuerpo de miel en flores
a descubrir el lucero en tus ojos.
A bajar del mundo porque
no me importa nada más.
* Canción en "plan salmón".
diciembre 19, 2011
diciembre 13, 2011
diciembre 12, 2011
noviembre 24, 2011
Cada vez que abro o cierro el libro.
Cuando apago la tele.
Enciendo la computadora.
Voy en tren.
Si salgo de casa
o me encierro.
Veo tu foto.
Porque ahí me sonreís.
No recuerdo si me sonreíste
la última vez que nos vimos.
Me imagino que así es mejor
y cuando te vea nuevamente
vas a sonreír como en la foto.
Porque si no me sonreís
siento que el piso se abre
todo se confunde
y me atrapan brazos grises
y hace frío
y no entiendo cuando me hablan.
Pero si me sonreís
el mundo es bueno
y sé que hacer
y corro sin problemas
y soy un Julio Verne
que viaja a la Luna,
al centro de la Tierra,
y doy la vuelta al mundo
viajando en tu foto, que me sonríe,
en ochenta días y ochenta noches.
Cuando apago la tele.
Enciendo la computadora.
Voy en tren.
Si salgo de casa
o me encierro.
Veo tu foto.
Porque ahí me sonreís.
No recuerdo si me sonreíste
la última vez que nos vimos.
Me imagino que así es mejor
y cuando te vea nuevamente
vas a sonreír como en la foto.
Porque si no me sonreís
siento que el piso se abre
todo se confunde
y me atrapan brazos grises
y hace frío
y no entiendo cuando me hablan.
Pero si me sonreís
el mundo es bueno
y sé que hacer
y corro sin problemas
y soy un Julio Verne
que viaja a la Luna,
al centro de la Tierra,
y doy la vuelta al mundo
viajando en tu foto, que me sonríe,
en ochenta días y ochenta noches.
noviembre 10, 2011
Con mi libertad condicional
no puedo hacer mucho.
Por ejemplo, no puedo cantarte el arroz con leche
cada mañana.
Ni hacerte tostadas con pan de centeno,
aunque esten quemadas...
O ponerte azúcar, y comer tu miel.
Pero se me permite prepararte la ducha
y mirar tu silueta
por la cortina traslúcida.
Luego, pasarte una toalla (si pedís).
Ese es el castigo.
Màs tarde, puedo regresar al pabellón.
no puedo hacer mucho.
Por ejemplo, no puedo cantarte el arroz con leche
cada mañana.
Ni hacerte tostadas con pan de centeno,
aunque esten quemadas...
O ponerte azúcar, y comer tu miel.
Pero se me permite prepararte la ducha
y mirar tu silueta
por la cortina traslúcida.
Luego, pasarte una toalla (si pedís).
Ese es el castigo.
Màs tarde, puedo regresar al pabellón.
noviembre 08, 2011
¿Quién lavará la ropa?
No nos ponemos de acuerdo.
Como vamos a dormir juntos
si no sabemos quién va a lavar la ropa.
Yo te pregunto:
¿vos vas a lavar? porque yo lavo
una vez por semana.
No hay mucho olor.
Pero a vos te molesta y no querés lavar.
¿Quién te entiende?
¿Vos lavás todos los días?
Yo no sé, pero no me importa
porque me gusta tu olor.
Hasta una semana,
más de 10 días el olor cambia.
Se pone ácido y no me gusta,
no se puede comer.
Así que otra vez: ¿vas a lavar?
Mirá que no es mucho
tampoco tiene que estar muy limpio
un poco es suficiente.
Los calzoncillos, me los cambio cada tres días.
Eso esta bien.
No nos ponemos de acuerdo.
Como vamos a dormir juntos
si no sabemos quién va a lavar la ropa.
Yo te pregunto:
¿vos vas a lavar? porque yo lavo
una vez por semana.
No hay mucho olor.
Pero a vos te molesta y no querés lavar.
¿Quién te entiende?
¿Vos lavás todos los días?
Yo no sé, pero no me importa
porque me gusta tu olor.
Hasta una semana,
más de 10 días el olor cambia.
Se pone ácido y no me gusta,
no se puede comer.
Así que otra vez: ¿vas a lavar?
Mirá que no es mucho
tampoco tiene que estar muy limpio
un poco es suficiente.
Los calzoncillos, me los cambio cada tres días.
Eso esta bien.
noviembre 05, 2011
Huelo el azufre intenso
cuando te acercás
con tus zapatos de tacón aguja, rojos, altísimos,
y medís la distancia, soberbia.
Escarmentado,
la demencia me proteje
y no cedo a la tentación
de arrodillarme a tus pies
a recitar un "padre nuestro".
Y me asusto
cuando descubro al oído
el susurro:
"mas líbranos del mal.
Amén".
cuando te acercás
con tus zapatos de tacón aguja, rojos, altísimos,
y medís la distancia, soberbia.
Escarmentado,
la demencia me proteje
y no cedo a la tentación
de arrodillarme a tus pies
a recitar un "padre nuestro".
Y me asusto
cuando descubro al oído
el susurro:
"mas líbranos del mal.
Amén".
octubre 25, 2011
octubre 23, 2011
octubre 20, 2011
No sé en qué pensaba cuando te dije
Que no anduvieras conmigo.
Lo recuerdo bien, tan claro,
dentro del auto
en Córdoba y Tres Sargentos.
En mi defensa diré
que no te quise perder.
Que lloré.
Caí herido. Me embriagué.
Y creía escucharte en la radio.
O verte en la televisión.
O las nubes me traían tu figura.
Nuncá borré el número de teléfono
de tu casa, de tus viejos.
De tu nueva casa.
Pasó el tiempo.
Nos vimos otra vez.
No hay palabras que suturen
la vida sin tu nombre.
Que no anduvieras conmigo.
Lo recuerdo bien, tan claro,
dentro del auto
en Córdoba y Tres Sargentos.
En mi defensa diré
que no te quise perder.
Que lloré.
Caí herido. Me embriagué.
Y creía escucharte en la radio.
O verte en la televisión.
O las nubes me traían tu figura.
Nuncá borré el número de teléfono
de tu casa, de tus viejos.
De tu nueva casa.
Pasó el tiempo.
Nos vimos otra vez.
No hay palabras que suturen
la vida sin tu nombre.
octubre 18, 2011
septiembre 19, 2011
agosto 20, 2011
agosto 19, 2011
Te veo en el salón de la fama
de mis sueños,
tus visitas bajando del auto de Bogart
cuando supe que éramos Bonnie & Clyde
asaltando los pueblos del fin del mundo
recorriendo gasolineras
festejando cumpleaños
con los locos de los siete mares
que nos disfrazan de arlequines
y nos despiden
arrojando fotografías
tomadas de libros viejos
de diarios raídos.
Y son felices.
Y somos felices.
Un Gran Festejo.
de mis sueños,
tus visitas bajando del auto de Bogart
cuando supe que éramos Bonnie & Clyde
asaltando los pueblos del fin del mundo
recorriendo gasolineras
festejando cumpleaños
con los locos de los siete mares
que nos disfrazan de arlequines
y nos despiden
arrojando fotografías
tomadas de libros viejos
de diarios raídos.
Y son felices.
Y somos felices.
Un Gran Festejo.
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