Llegados de las tierras lejanas
acampan en el río
refulgen como odres
de bosques sin tala.
Apuestan cabalgatas de acero
los niños, que vitorean a su paso
a los Guerreros de Alázar.
Ecos dentro de ecos.
Recrean su letanía.
El fulgor de sus escudos.
El reflejo en su frente.
El fragor de sus corceles.
En su nombre
los dioses
hacen guardia alrededor.
Los llevan
A las tierras prometidas.
A los encantos perdidos.
A una fonseca de espadas magnas.
A una eterna tradición.
Son sus ecos dentro de ecos.
Labriegos aturdidos
en montes de acechanzas
los ven pasar.
Los 11 guerreros de Alázar.
Regueros de voces
asolan los caminos.
De acongojados tenderos a su vera.
Es abril,
mes de guerras silenciosas
de naves invisibles,
de regresos talentos.
Como ecos de sus ecos.
Los gentiles
duermen sueños de retornos.
"Es tiempo", cantan las canciones.
Allí han sido vistos, años ha.
acampan en el río
refulgen como odres
de bosques sin tala.
Apuestan cabalgatas de acero
los niños, que vitorean a su paso
a los Guerreros de Alázar.
Ecos dentro de ecos.
Recrean su letanía.
El fulgor de sus escudos.
El reflejo en su frente.
El fragor de sus corceles.
En su nombre
los dioses
hacen guardia alrededor.
Los llevan
A las tierras prometidas.
A los encantos perdidos.
A una fonseca de espadas magnas.
A una eterna tradición.
Son sus ecos dentro de ecos.
Labriegos aturdidos
en montes de acechanzas
los ven pasar.
Los 11 guerreros de Alázar.
Regueros de voces
asolan los caminos.
De acongojados tenderos a su vera.
Es abril,
mes de guerras silenciosas
de naves invisibles,
de regresos talentos.
Como ecos de sus ecos.
Los gentiles
duermen sueños de retornos.
"Es tiempo", cantan las canciones.
Allí han sido vistos, años ha.
Música: folk base en Re