abril 24, 2006

Nos instalamos en la hostería
de la Mina I.
Corrimos desde al auto hasta el acceso
entre cómicos copitos de nieve.
Un cartel indicaba "cerrar la puerta"
para mantener templado del salón.
En las mesas
unos pocos,
esos afortunados,
que se divierten de tarde,
compartiendo chocolate caliente y tonterías.
De noche, el inconciente diluido en alcohol.
El punto justo para llegar a la habitación
en dos pasos y un desmayo.
Y ellos ahí se quedan, arrobados por el paisaje,
riendo a carcajadas,
murmurando comentarios
que no harían en la ciudad.
Imprevistamente,
se escucha una vieja canción de los Dire Straits.

abril 17, 2006

El cordel blanco de tu saco
atrapó al mío. Lo enredó
en el andén atestado.
Anudó
el botón la cartera el saco.
El bolsillo la hebilla el cinturón.
Eso me dijiste.