noviembre 21, 2014

En mitad de la vida
tomo la ruta no escrita, el afán,
el futuro del ayer, no el hoy,
La aventura de los panes
sin manteles de picnic
cuando salgo a Robar sueños
a esconderme entre las rocas
arriesgado al óxido del tiempo.
Pero no.
Quiero leer más poesía que inunda
Y arropa mis espasmos de vida
Más dedos recorriendo mi espalda
Diciendo: ”es el mapa”, “es el mapa”
Y mirarme en el espejo
Buscando al que fue, al que será
Quiero más trenes a los que subir
Y más trenes a los que subir
Leer las montañas camino al cielo
Leer sin decir, recitar sin leer
Iluminar soles de ojos
Miradas estrábicas de sonrisa
Sentidos sistólicos
emergencias hemisféricas
Bordes de llanto.
Cruzar el meridiano como lanza
Derrotar el sentido impune que abre ostras
y calamares de Dios.
Anunciar la cohorte de monjas en fila
Miles que tocan bocinas, cornetas de ángeles
En un cortejo desterrado, insólito
De panzas de Dios ruidosas
De mala digestión en gentes de guantes llevar.
Quiero más enanos de jardín
Heréticos, deformes, intratables
Que leviten e insulten a quienes pasan
Quiero una maratón de enfermos dirigiéndose
A los doctores, reprochándoles
No saber mirar la luna
Ni vestirse de higueras, vides
Sólo ombú, sólo ombú.
Y enfermeros llevando gasas, tomando la fiebre
A pacientes que no los dejan en paz
Pidiendo sus anticoagulantes
Sus sopas de gérmenes, su arroz bacteriano
Quiero más San Antonios riéndose
A carcajadas de San Jorges
Espléndidos estertores de una religión intraterrena.
Colosales magos.
Los poetas quieren arreglar el mundo
pero los poetas no arreglan el mundo.
Los poetas lo inenarreglan.
Mientras otros lo desarreglan.
Ser poeta y querer arreglar el mundo
no hace sentido
¡pero es su último sentido!
Por eso no confío en los hombres de mundo,
si no son poetas de verdad.
Y si son poetas de verdad,
Son hombres y mujeres de otro mundo.
¡Sin embargo, los poetas quieren un mundo mejor!
¡Los poetas quieren un mundo mejor!
En que los desesperados e infelices
Festejen y rían,
Pero no saben arreglarlo…
Los poetas son unos inútiles.
La poesía no arregla nada.
No nos engañemos.
Pero un mundo sin poesía no tiene arreglo.
¡Vivan los poetas que quieren cambiar el mundo!
Para eso escriben poesía y cometen delitos.
Poeta, tu adjetivo te sobra, ¡vomítalo!.
Así los inútiles del mundo
Se transformaron
En el ejército poético revolucionario.