2000 km al sur.
Las palas mecánicas
extraen petróleo.
Entre vegetación baja, raleada,
orinada por guanacos
que cruzan la ruta despreocupados.
Tomamos curvas rápidas cerradas
pegados al guard-rail dañado.
Pasamos camiones con acoplado
que transportan tubos como obeliscos.
Carteles
que anuncian pueblos de cinco casas.
Un cementerio
que recuerda los muertos olvidados.
Llegamos a la zona de lomas.
Con ráfagas de 80 km por hora.
Las nubes reflejadas en el espejo retrovisor.
En la radio suena
Entrando por la puerta exterior.