diciembre 05, 2012

Si vas a domar tus sentimientos
no olvides al animal que llevan dentro.
Agazapado entre la sonrisa sobreadaptada.
Esperando asaltar
la correción política familiar.
Arrojar una molotov
en el momento más inopinado
del domingo en casa.
Sé de qué te hablo.
Los jabalíes soterrados; los wargos
siempre listos en la tormenta.
Aprendí que el mejor domador
pierde su piel al menor descuido.
Sé cuidadosa, cada verónica a su tiempo.
O mejor, soltá a tus bestias
que corran, que coman,
que hagan de mí su fiesta.