septiembre 01, 2008

Palabras que cuelgan
se desprenden
y me abandonan.
Es tu lengua que las corta
como un tren de zafiro.
Es la voz de un coro esclavo
que mezcla emociones del aire.
Lamemos heridas en el cielo,
soñamos batallas de ángeles.
Las almas de piedra roen el silencio.
En su vigilia extranjera.