diciembre 21, 2007

Un perro de porcelana
en la vidriera
me sorprende con tus ojos.
Así te ví la primera vez.
Un eco de jade me llama a cruzar la calle.
Frente a la tienda de antigüedades.
Entre jarrones chinos que florecieron.
Biombos de laca que te ocultaron.
Doncellas en los cuadros que
se sonrojaron por tu presencia.
El piano Steinway inició su vals.
Y el carrousell giraba mareado.
Eché andar con el perro de jade.
La vidiera rota detrás.
Hoy duerme a mis pies
con los mismos ojos.