noviembre 21, 2005

Veo espantapájaros de agua.
Y el asfalto siempre el mismo.
Mojo los pies prisioneros.
En la banquina.
Toco con las manos truenos del aire.
Huelo el amor al borde de la ruta.
Del Motel iluminado.
Camino entre ladridos de perros que me siguen.
Sin morderme, Sancho.